🌿 ¿Se sana el trauma o se trasciende el dolor?
- Belgica Jorleny Garcia Cardenas
- hace 5 días
- 5 Min. de lectura

Una reflexión espiritual, humana y estoica
Muchas veces me han preguntado si he sanado. Si después de todo lo que viví —los abusos, la violencia, las pérdidas—, puedo decir que ya no duele.
Y mi respuesta es honesta: no. El dolor no desaparece. El trauma no se borra.
Pero sí he aprendido algo: el dolor no tiene por qué definirme para siempre.
✨ ¿Qué es trascender el dolor?
La palabra "trascender" viene del latín transcendere, que significa “ir más allá”.
No significa olvidar. No significa negar. Trascender es mirar el dolor de frente y decidir que no será el límite de tu vida.
📖 Lo que la psicología y la espiritualidad enseñan:
Trascender el dolor es:
✔️ Reconocer que lo vivido te marcó, pero no te condena.
✔️ Aprender a caminar con esa herida, sin que sea la que dirija tus pasos.
✔️ Elegir construir algo nuevo, aunque el pasado no haya sido justo.
✝️ Jesús nos mostró esto.
Jesús no evitó el dolor. Lo vivió, lo sufrió, pero no permitió que el dolor le arrebatara su amor por la humanidad. Su sufrimiento en la cruz fue real, pero su respuesta fue compasión, no rencor. Eso es trascender: que el dolor no te quite lo mejor de ti.
⚙️ El estoicismo también lo enseña:
El dolor es parte inevitable de la vida, pero no define tu alma. No eliges lo que te pasa, pero sí eliges cómo respondes. Y la respuesta estoica es templanza, resiliencia y dignidad.
🌱 En palabras simples:
Trascender el dolor es aprender a vivir con él, sin que sea lo que define quién eres.
Es decir: “Esto me pasó, me dolió, pero no es todo lo que soy.”
🌿 ¿Y cómo sabes que lo has trascendido?
No trasciendes el dolor cuando solo lo entierras o lo niegas. Eso es huir, no sanar.
Trasciendes cuando puedes hablar de tu historia sin que el alma se te rompa cada vez que lo haces.
Trasciendes cuando puedes sentir gratitud por lo que has construido después del dolor, no por el dolor en sí, sino por la fuerza que descubriste en medio de la oscuridad.
🌾 ¿He sanado del todo? No, y creo que nunca "sanaré" porque las heridas físicas dejan cicatrices, también las del alma. No hay día que no vea mis brazos con las cicatrices de mis "batallas" en desventaja frente a un hombre con mucha más fuerza que yo, mis brazos femeninos cubiertos con tatuajes que prefiero ver para no verlas. Se mira mejor mi perrito Danny en mi brazo, que esa cicatriz horrible que me causó esa mañana de domingo donde quede toda llena de sangre al igual que mi casa. Pero he aprendido a quedarme.
No estoy completamente sana. Y quizás nunca lo esté. Pero ya no huyo de mí misma, ni del dolor que viví. Me he quedado conmigo misma para sostenerme en los días difíciles, para amar desde la calma, y no desde la necesidad.
Y ahí, en esa decisión diaria de quedarme y no huir, he encontrado paz.
No una paz perfecta, pero sí una paz posible.
🔍 ¿Cómo saber si tienes trauma y cuándo pedir ayuda?
Muchas personas viven con trauma sin saberlo, porque han aprendido a normalizar el dolor, justificar el sufrimiento o minimizar sus heridas pensando que “otros la pasan peor”.
Pero hay señales que el cuerpo, la mente y el corazón dan cuando el dolor del pasado sigue afectando el presente.
🚨 Señales emocionales:
Reacciones emocionales desproporcionadas.
Miedo constante a ser herido, abandonado o traicionado.
Ansiedad que no sabes de dónde viene.
Dificultad para confiar, incluso en personas que no te han fallado.
Sensación de vacío emocional, aunque estés rodeada de personas.
🚨 Señales mentales:
Pensamientos repetitivos de culpa, vergüenza o autocrítica.
Recuerdos intrusivos (flashbacks) que te atrapan de golpe.
Insomnio, pensamientos acelerados, dificultad para concentrarte.
Sentirte atrapada en patrones que sabes que te dañan, pero no logras romper.
🚨 Señales físicas:
Cansancio extremo sin causa médica aparente.
Dolores musculares, tensión en el pecho o estómago sin explicación médica.
Hipervigilancia: sentirte en peligro, aunque estés a salvo.
Problemas digestivos, hormonales o inmunológicos relacionados con el estrés crónico.
🚨 Señales relacionales:
Dificultad para construir relaciones sanas y estables.
Necesidad de controlar a los demás por miedo a que te hagan daño.
Alejarte emocionalmente de quienes te aman, por miedo a depender.
Buscar relaciones caóticas que repiten el dolor conocido.
🌿 ¿Cuándo es momento de pedir ayuda?
Cuando sientes que sola ya no puedes sostener tu mundo interno sin romperte.
Cuando el pasado no solo duele, sino que define tus decisiones hoy.
Cuando el amor, la paz y la confianza se sienten imposibles, inalcanzables, ajenos.
Pedir ayuda no es debilidad, es un acto de madurez emocional y espiritual.
✨ Porque el trauma no se borra, pero puede ser acompañado.
Ninguna pastilla, diagnóstico o terapia elimina el pasado. El dolor existe. La herida está ahí. Y quizás siempre estará. Pero como enseñaban los estoicos, el dolor no es lo que nos destruye. Es nuestra respuesta ante él lo que nos define.
No elegimos lo que nos hicieron. Pero sí podemos elegir quiénes somos después de lo que nos hicieron.
Y aunque el trauma no desaparezca, sí podemos aprender a caminar con dignidad, con templanza y con compasión por nosotros mismos.
Como decía Epicteto:
"No son las cosas que nos pasan las que nos dañan, sino la opinión que tenemos sobre ellas."
Hoy elijo no ser mi herida, aunque siga caminando con ella.
🌿 ¿Qué crees que sintió Jesús después del dolor?
A veces leemos la historia de Jesús como si fuera solo divinidad, como si el dolor no lo hubiera tocado de verdad. Pero la Biblia lo llama hermano, no porque necesitara un título cercano, sino porque se hizo igual a nosotros en sufrimiento.
Jesús lloró. Jesús fue traicionado. Jesús fue humillado públicamente. Golpeado, azotado, despojado de su dignidad humana. Y, en el momento más oscuro, incluso sintió el abandono: “Dios mío, ¿por qué me has desamparado?”
🤍 ¿Crees que después de todo eso, su corazón no sintió lo que sentimos tú y yo cuando nos duele?
¿Crees que no tuvo que sostener su fe con manos temblorosas?
¿Que no tuvo que elegir, aun roto por dentro, seguir confiando en que el dolor no sería el final?
Porque si su humanidad no hubiese sentido el peso del trauma, ¿dónde estaría el milagro? El milagro no fue solo que resucitó.
El milagro fue que, aun después de todo lo que le hicieron, no dejó que el dolor definiera su destino.
✨ Si su trauma hubiese tenido la última palabra, no habría habido resurrección.
Pero el amor fue más grande que el dolor. La fe fue más fuerte que la herida. Y su conexión con Dios no se rompió por el sufrimiento, aunque el sufrimiento fue real.
🌱 ¿Qué nos deja eso a nosotros?
Que el dolor existe, y a veces parece insoportable.
Pero no tiene por qué definir nuestro futuro. Que sí, el trauma nos marca…Pero no tiene la última palabra cuando elegimos seguir amando, aunque nos duela.
Jesús no evitó la cruz.
Tampoco nosotros podremos evitar muchas de nuestras cruces internas.
Pero podemos recordar que el amor que nos sostiene es más grande que la herida que nos rompió.
Comentários